Revisión
La medicina tradicional herbolaria en los sistemas de salud convencionales
The traditional herbalist medicine in the conventional health systems
Yenice Lima López1*
Vivian Guzmán Guzmán1
Yahimara López Linares
2
Ruth Satchwell Robinson 1
1 Facultad de Ciencias
Médicas Dr. José Assef Yara. Ciego de Ávila. Cuba.
2 Policlínico Belkis Sotomayor. Ciego de Ávila.Cuba
* Autora para la correspondencia: yenice@infomed.sld.cu
RESUMEN
La medicina
tradicional herbolaria desde su evolución hasta la contemporaneidad ha
sido objeto de uso para la medicina convencional. Por eso el objetivo del trabajo
es describir el comportamiento de la medicina tradicional herbolaria en los
sistemas de salud convencionales. Se realizó la búsqueda y análisis
documental de numerosas fuentes sobre la temática pertenecientes a las
bases de datos SciELO Cuba, SciELO Regional, ScienceDirect, Clinical Key, Cumed,
Lilacs. Se concluye que la actualidad social registra manifestaciones alentadoras
en el campo de la aceptación de la herbolaria como medicina complementaria
por el equipo de salud y un renovado interés en el ámbito mundial
por estudiar los efectos que tienen las plantas sobre la salud.
Palabras clave: medicina tradicional herbolaria; sistemas de salud.
ABSTRACT
The traditional
herbalist medicine from its evolution to the contemporaneity has been an object
use for the conventional medicine. That's why the objective of the work is to
describe the behavior of the traditional herbalist medicine in the conventional
health systems. A search and documentary analysis of numerous sources on the
subject-matter belonging to the data bases SciELO Cuba, SciELO Regional, ScienceDirect,
Clinical Key, Cumed, Lilacs was carried out. It is concluded that the social
actuality registers encouraging declarations in the field of the acceptance
of the herbalist as complementary medicine for the team of health and a renewed
interest in the world ambience to study the effects that have the plants on
the health.
Keywords: traditional herbalist medicine; systems of health.
Recibido: 15/5/2018
Aprobado: 12/3/2019
Introducción
Las investigaciones sobre medicina tradicional herbolaria adquieren cada día mayor interés, aun cuando todavía no existe una uniformidad de criterios acerca de su conceptualización.
En la literatura
consultada, autores como Martens, consideran que este conocimiento "[
]
es el resultado de experiencias acumulativas para tratar problemas concretos
de salud".(1) En este sentido, las diversas formas de atención
y cuidado de la salud se configuran no solo como estrategias de supervivencia
desarrolladas por colectivos, sino que también se debe a la pervivencia
de modos culturales tradicionales, la validación de mecanismos de identidad,
integración cultural y la generación de alternativas de autogestión
en materia de salud por los grupos.
Lo anterior
se refuerza con el criterio de Bejerano que propone: "[
] amplificar
el proceso de aprehensión de la realidad cultural de las diferentes prácticas
tradicionales es sin duda necesario para que el saber científico pueda
abrirse a la aplicación de algunos conocimientos que el saber popular
encierra".(2) Lo que acentúa que instituciones como la
Organización Mundial de la Salud (OMS) perfilen canales de colaboración
de la cultura médica en torno a la integración de ambas prácticas
al modelo médico hegemónico.
En América
Latina, marcado interés despertó el libro Plantas medicinales
y medicina natural en Chile, de Miguel Ángel Morales Segura y Juan Pablo
Morales Montecinos, la obra permite comprender los alcances de la Fitoterapia
Moderna o Fitomedicina para contribuir a mejorar la atención de pacientes
y el incremento del conocimiento de tradiciones etnomedicinales arraigadas en
la población.
Debe destacarse,
en el 2012, el artículo de Manuel Ignacio Pinto Barrero Integración
de la medicina alternativa en los servicios de salud de Colombia. Donde exploró
el patrón de uso de la medicina tradicional particularmente en algunos
países latinoamericanos, y las ventajas que se obtienen con su uso dentro
de la prestación de servicios de Salud, para finalmente presentar un
modelo integral de aplicación dentro del Sistema de Salud.
En Cuba,
la temática no ha sido tratada con la abundancia y sistematicidad que
el tema requiere, generalmente se aborda agrupando los recursos de curación
que se han integrado como parte del sistema médico cubano, en respuesta
al bloqueo económico de Estados Unidos hacia el país, la estrategia
delineada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias a la medicina en tiempo de
contingencia y como consecuencia de la Crisis del Periodo Especial. La mayoría
de los trabajos de la temática se limitan a exponer una reseña
de la importancia de la medicina tradicional herbolaria como terapia fundamental
o alternativa para el cuidado de la salud de la población mundial y su
influencia en la obtención y el desarrollo de nuevos fármacos.
Desde este
punto de vista, Silvia Prieto-González et al, del Centro de Química
y Farmacéutica de La Habana en su artículo del 2004 Actualidad
de la Medicina Tradicional Herbolaria,(3) abordó el papel de la medicina
tradicional herbolaria en el tratamiento de enfermedades, así como las
tendencias en el crecimiento de este atractivo sector.
En la segunda década del siglo XXI, aunque predominan las investigaciones sobre efectividad de los productos herbarios, en el año 2010 sobresale la obra Sanación popular y medicina Natural y Tradicional. Dos sistemas de salud en el municipio Contramaestre (4) de Liudmila Lahera y Juan C. Rosario Molina. Estudio que destaca las implicaciones culturales que tienen los sistemas de salud para la construcción de diferentes identidades culturales y demostró que, entre ambos sistemas de salud, existe un prominente entrecruzamiento entre saberes populares y prácticas clínicas. Por lo cual el objetivo de la revisión fue describir el comportamiento de la medicina tradicional herbolaria en los sistemas de salud convencionales.
Desarrollo
Medicina
tradicional herbolaria
La medicina
herbaria es la forma más antigua de la asistencia sanitaria a través
de la utilización de plantas y extractos de hierbas por su valor terapéutico.
Este tipo de medicina
se ha definido por tres escuelas de pensamiento: ayurvédica herboristería,
herboristería tradicional China y occidental de la medicina herbaria.
Esta última sigue siendo parte de los tratamientos tradicionales, que
en América Latina se expresa en zonas rurales e indígenas a través
de curadores especializados, chamanes, parteras empíricas, espiritualistas,
yerberos, en las urbanas se manifiesta en las mujeres, que realizan los remedios
caseros y su integración en algunos sistemas de salud convencionales
donde la practican los profesionales de la salud. (1)
Analizado
desde la perspectiva de la dialéctica cómo método, ocurrió
un proceso de negación metafísica cuando los sistemas médicos
dominantes del siglo XX intentan negar con el desarrollo de la ciencia aplicada
a la industria farmacéutica los recursos medicamentosos herbarios que
la precedieron desde sus orígenes, lo que favoreció que "el
conocimiento en el uso y manejo de los recursos naturales" (5) se relegara.
Actualmente
el reconsiderar la sabiduría popular, razonar y justificar el uso de
las plantas medicinales sobre la base del conocimiento científico derivado
del estudio farmacológico y de la experimentación clínica
en la ciencia denominada Fitoterapia ha ocurrido físicamente un proceso
de negación dialéctica en que se retoma los recursos herbarios
asimilándose en nuevas y mejores condiciones para la obtención
de resultados superiores.
Se revela
en los estudios antropológicos una amplia gama de posiciones respecto
a las concepciones e interpretación de los resultados de la medicina
tradicional herbolaria. Los que abarcan los trabajos en conjunto de botánicos,
médicos y farmacólogos en el campo de la herbolaria; el interés
en el ámbito mundial por estudiar los efectos que tienen las plantas
sobre la salud; la utilidad y vigencia de la herbolaria; y su integración
a los sistemas de salud oficiales con la denominación de medicina alternativa
o complementaria.
Según
las literaturas consultadas y mencionadas anteriormente en la introducción,
existen diferentes términos para designar el uso de las plantas medicinales
en la medicación, los cuales están en dependencia de la región
y la cultura.
A partir
de estas nociones, las autoras de la investigación entenderán
a la medicina tradicional herbolaria como la práctica y conocimiento
sobre la utilización de medicamentos herbarios incluyendo animales y/o
minerales que por su valor terapéutico son usados por una comunidad o
grupo, tanto urbanos, rurales, indígenas y profesionales de la salud,
determinado para la atención, promoción, prevención y/o
tratamiento de problemas de salud. En él se visualizan los referentes
teóricos que asumen los autores consultados para representar la medicina
herbolaria en un contexto, elementos que no difieren con las tres modalidades
de uso de las plantas medicinales definidas por la Organización Mundial
de la Salud. (6)
Historia
de la medicina tradicional herbolaria hasta el siglo XXI
Hasta el
advenimiento de la medicina científica, el hombre dependió de
ellas para el tratamiento de sus enfermedades. En tal sentido se destacan griegos
y romanos como: Teofrasto (370-287 a.C.) autor de un libro sobre plantas y piedras;
Plinio el Viejo (siglo I d. C.) con su extensísima Historia natural con
nada menos que 37 tomos, algunos de los cuales están dedicados a plantas
bienhechoras de la salud y Claudio Galeno (131-200 d. C.) que en sus libros
codificó y sistematizó por primera vez fármacos procedentes
del reino vegetal, animal y mineral.
Entre los
siglos XV y XVII eran los herbolarios, los que describían con la botánica
los conocimientos sobre las hierbas medicinales, y sus medicamentos por lo general
surtían efecto. A partir del siglo XVIII y el XIX, la aparición
del estudio químico de la composición de los productos naturales
y la síntesis de sus sustancias activas, la aparición de los antibióticos,
el surgimiento de grandes industrias farmacéuticas, así como la
fructífera relación entre la química y la medicina, dieron
lugar a que los productos de origen natural, las drogas secas y los extractos,
pasaran de un lugar preponderante a ocupar un segundo plano.
En las últimas
décadas del siglo XX se volvió a alcanzar una presencia cada vez
mayor en la Medicina Occidental herbaria debido a que:
- En Alma
Ata en 1978, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso a la Atención
Primaria de Salud (APS), como estrategia involucrar a representantes de la medicina
tradicional y sus métodos terapéuticos.
- Países
como China, Cuba, Sri-Lanka, Tailandia y otros han inscrito oficialmente en
sus programas de salud el uso de la medicina tradicional herbolaria, basado
en el aval científico de algunas plantas medicinales.
- En 1992,
la OMS prioriza los esfuerzos de la Atención Primaria de Salud en las
plantas y su poder curativo. (3-6)
En resumen,
se registran manifestaciones alentadoras y un renovado interés en el
ámbito mundial por estudiar los efectos que tienen las plantas sobre
la salud.
Experiencias
de integración de modelos de medicina tradicional herbolaria y medicina
convencional.
En la actualidad
se aprecia interés progresivo en un gran número de países
por la integración de los sistemas médicos nombrados por algunos
alternativos al sistema médico hegemónico imperante.
Pionero en esta experiencia se encuentra China, que desde el año 1950,
mediante un diseño novedoso de modelos de atención adoptan la
integración de la Medicina Tradicional con la Medicina Occidental.
En Francia
desde el año 1947, la seguridad social realiza reembolsos a pacientes
que hayan recibido terapias o prescripciones médicas de quiropraixa,
fitoterapia y acupuntura, esta última, la mayor beneficiaria de la seguridad
social francesa al abonarse los reintegros de los que reciben el tratamiento.
Vietnam, a partir de 1955 contó con la creación del Instituto
de Medicina Tradicional (IMT) y el Instituto de Nacional de Acupuntura (INAV)
ambos encargados de la recuperación de los conocimientos de la medicina
tradicional y su estudio a través de acciones como reuniones con curanderas
de etnias, apoyo ministerial del cultivo de 35 plantas medicinales en todas
las comunidades y jardines dentro de los centros médicos rurales. (7)
En este sentido
la OMS ha establecido cuatro objetivos relativos a la política de la
medicina tradicional: inocuidad, eficacia y calidad, acceso y uso racional;
del mismo modo ha identificado tres tipos de sistemas de salud para describir
hasta qué punto la Medicina Tradicional/ Complementaria o Alternativa
está relacionada con el sistema sanitario oficialmente reconocido: Sistema
integrado, Sistema inclusivo, y Sistema tolerante. (6)
En otras
latitudes, a modo de ejemplo las experiencias que se describen se realizan por
afinidad sociocultural sin embargo, no son las únicas que se desarrollan
en el mundo. En Costa
Rica, comenzando en el 2000, la caja Costarricense de Seguro Social destinó
un espacio para la eventual consulta de terapeutas indígenas y la atención
herbolaria en la Clínica de Suretka- Talamanca. Hay varias organizaciones
de medicina tradicional, principalmente de cultivo y distribución de
plantas medicinales.
En Guatemala,
con los Médicos Descalzos en el 2003, está avocada al desarrollo
endógeno de la Medicina Tradicional en las áreas rurales. Se propone
rescatar los conocimientos tradicionales en la salud herbolaria, mejorar la
accesibilidad del primer nivel de atención con la incorporación
de la medicina natural herbolaria de acceso local y promueven la articulación
entre los actores de la medicina tradicional y el sistema integral de atención
en salud. (3)
Relacionado
con lo anterior, en el Coloquio de culturas científicas y saberes locales:
asimilación, hibridación y resistencia de la Universidad Nacional
de Colombia, celebrado en el 2004, como resultado del evento se propuso crear
una red de plantas medicinales del Cono Sur para la protección de estos
saberes, las prácticas, el acceso a este conocimiento y su necesaria
relación con la conservación del medio ambiente y la autogestión
en la reproducción de las plantas medicinales.
Por su parte,
Brasil, comenzando en el 2005, asume un Sistema de Información Ambulatorio,
que permite hacer seguimiento a las consultas médicas, de homeopatía,
Medicina Tradicional China y fitoterapéutica, en todas las regiones del
país. Igualmente, establecen como directrices, la incorporación
e implementación de las políticas en medicina tradicional y complementaria
en el sistema único de salud, dentro de las actividades de promoción
de la salud para prevención y recuperación de la enfermedad. (3-8)
Un estudio
realizado por la Organización Mundial de la Salud determinó que
alrededor del 80 % de la población del mundo todavía depende de
la medicina a base de hierbas para curar ciertas dolencias,(6) pero la mayoría
de las hierbas medicinales recomendadas quedan fuera de la regulación
sobre medicamentos estándar. Lo que incide fuertemente en que la medicina
herbolaria occidental continúe siendo una parte de los tratamientos tradicionales.
Integración de modelos de medicina tradicional herbolaria y medicina
convencional en Cuba
Después
del triunfo de la Revolución se fundó en 1973, la Estación
Experimental de Plantas Medicinales en la provincia de La Habana, que por el
trabajo de sus investigadores adquirió una base científica con
la publicación de los resultados de estudios genéticos de la flora
desde 1974 bajo el título de Plantas Medicinales y Venenosas de Cuba
y la revista Plantas Medicinales: Boletín de Reseñas en 1982.
Sin embargo, no es hasta la década del 80 que se promovió la primera
introducción consciente, en el Sistema Nacional de Salud de la Medicina
Natural y Tradicional, como parte del cumplimiento del objetivo principal de
trabajo del quinquenio 1976-1980,(9) que se caracterizó por el empleo
de prácticas aisladas de medicina verde, acupuntura y fangos minerales,
que se alejaban de las prácticas terapéuticas desarrolladas en
la población cubana.
De forma
continua se realizaron investigaciones de etnobotánica, liderada por
el Instituto de Botánica de la Academia de Ciencias de Cuba, a partir
de 1985. Los primeros resultados datan del año 1987, principalmente se
relacionaban con las plantas medicinales, y a pesar del rico caudal de información
no fueron objeto de atención del profesional de la salud. Mientras que
otros trabajos como La Medicina Popular de Cuba. Médicos de antaño,
curanderos, santeros y paleros de hogaño(4) de Lidia Cabrera (1984),
y en 1987 El Folclore Médico de Cuba de Seone(10) describen no solamente
el inventario de plantas medicinales, sino también los procedimientos
y formas de preparación.
En la misma
década jugó un papel significativo en el rescate de las plantas
medicinales las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y su política de
fabricación de medicamentos a partir de plantas medicinales, como parte
de sus planes para tiempo de Guerra, con la creación del Laboratorio
Central de Medicina Herbolaria del Instituto Superior de Medicina Militar.(7)
Esto permitió que a inicios de los 90 se convirtiera en la institución
que implementó los nuevos métodos para la producción de
medicamentos a través de las plantas medicinales y orientó los
rumbos integrativos con el sistema de salud con la Directiva 8/93, que instrumentó
el desarrollo del programa de plantas medicinales en ese ministerio.
En 1992 se
confeccionó y publicó la Guía Terapéutica Dispensarial
de Fitofármacos y Apifármacos, la cual recoge experiencias de
todas las provincias del país sobre 233 formulaciones de medicamentos
herbolarios y 15 apifármacos. Además de coleccionar la dosificación,
formulación, almacenamiento, envase, estabilidad, acciones farmacológicas,
vías de administración, contradicciones y advertencias para su
uso por los profesionales de la salud.(11)
La Directiva
26/95 amplió la responsabilidad del desarrollo de la Medicina Natural
y Tradicional (MNT) hacia el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), el
Ministerio de la Agricultura y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y
Medio Ambiente, otorgándole el nombre de medicina alternativa, complementaria.
A estas le
siguieron: la aprobación y ejecución del Programa Nacional para
el Desarrollo de la Medicina Tradicional y Natural (MTN) en 1996, que permitió
la introducción de forma escalonada de la MNT al Sistema Nacional de
Salud, no sólo a las estructuras gubernamentales y a los profesionales
de la salud, sino también a los sectores productivos y a toda la población.(12)
En este mismo
año, el Ministro de Salud, creó un nuevo programa de investigación
de plantas medicinales, el Programa RAMAL de investigación, de cuya Comisión
Nacional, el Dr. Francisco Morón fue presidente. Este fue un proyecto
extenso, que incluyó no solo la investigación y validación
de plantas medicinales, sino también prácticas médicas
y terapias ligadas al uso y desarrollo de medicina ecológica. (3)
La Resolución
9/1997 del MINSAP, que puso en vigor en el Sistema Nacional de Salud cubano
el Programa Nacional para el desarrollo y generalización de la MNT, estableció
como principio la integración de las prácticas convencionales
y no convencionales en beneficio de la Medicina, al plantear las actividades
relacionadas con la producción, distribución, prescripción
y consumo de productos naturales.
Coincidiendo
con estos criterios son reeditados muchos libros y revistas de ciencias sociales
que dan una cobertura mediática a cultos y prácticas religiosas
de los practicantes e investigadores de religiones afrocubanas, entre ellos:
en 1990 Los Orishas en Cuba de Natalia Bolívar; El vodú en Cuba,
de un equipo de investigadores de la Casa del Caribe en Santiago de Cuba, dirigidos
por Joel James, El Monte en su segunda edición de Lidia Cabrera en el
que aparece un glosario de plantas medicinales y formas de curación y
los casos de Miguel Barnet en 1995 y Baltar Rodríguez en 1997.(13)
Otro de
los proyectos que, remontándose a la época de los 80 y que ha
sido de gran ayuda para satisfacer las necesidades del Periodo Especial en Cuba
ha sido el programa TRAMIL (Traditional Medicine in theIslands) programa de
investigación aplicada a medicina popular en el Caribe, cuyo objetivo
es racionalizar las prácticas médicas basadas en plantas medicinales.(12)
Iniciado
el siglo XXI se continuó la publicación de textos que refieren
el uso de plantas con fines curativos en el 2001 El Sistema Religioso de los
Afrocubanos de Rómulo Lachatañeré y Álvarez Durán,
2002.(13) Los contenidos y descripciones etnográficas de estos textos
han servido de manuales de consulta para el conocimiento de las propiedades
medicinales y mágicas de la floresta cubana. El
reglamento 28/2002 que incluyó requisitos para la solicitud de inscripción
renovación y modificación en los registros de medicamentos de
origen natural de uso humano. El acuerdo 4282/2002 del Comité Ejecutivo
del Consejo de Ministros de la República de Cuba que estableció
las disposiciones para la consolidación en el país de la estrategia
para su desarrollo.
Se mantiene
la edición de literaturas más actuales como Ewé Layé:
fuente de vida(14) de Tomasa González Pérez del 2003;
en la Revista Cubana de Plantas Medicinales del 2006, se publicó una
carta de la Dra. C. Irma Castro Méndez del Comité Editorial Actualidad
de la Medicina Tradicional Herbolaria. En este se relató el trabajo de
los grupos de investigación que en el país han contribuido a la
transformación del conocimiento tradicional en científico.
Mientras
que con Plantas medicinales: Guía para su uso en la atención primaria
de salud; por los doctores Nelson Melgarejo López, Guadalupe Álvarez
Bustamante y el agrónomo Antonio Alfonso Abad que logra unificar los
conocimientos de ambas medicinas y otra como Un Científico popular (15)
del Dr. Rodolfo Arencibia Figueroa donde se reconoce la labor de rescate de
las plantas medicinales a través de una historia de vida, ambas del 2008.
Guarda también cierta relación las investigaciones para demostrar
la eficacia de una planta o producto natural en determinada enfermedad como:
Las algas marinas como fuentes de fitofármacos Antioxidantes del 2009
de Juan A. Cabrera y del mismo año Arándanos útiles en
Diabetes tipo II de Ana Elsa Batista González.
La intención
del Estado cubano de desarrollar la medicina tradicional continua avanzando
durante el 2009 y 2011 con la Resolución 261 del MINSAP que aprueba las
modalidades de la MNT en los servicios de salud en todo el territorio nacional,
donde la fitoterapia y apiterapia aparecen en primer orden, especialmente por
la aceptación de estos productos; el más reciente Formulario Nacional
de Fitofármacos y Apifármacos, editado en el 2010 con la participación
de grupos de expertos de diversos centros e instituciones del país, elaborado
a partir de las plantas medicinales aprobadas por el Centro Estatal para el
Control de la Calidad de los Medicamentos (CECMED).
En el mismo
2010 se destaca la obra Sanación popular y Medicina Natural y Tradicional.
Dos sistemas de salud en el municipio Contramaestre de LiudmilaLahera y Juan
C. Rosario Molina. Estudio que demostró que entre ambos sistemas de salud,
existe un prominente entrecruzamiento entre saberes populares y prácticas
clínicas; otras publicaciones para avalar, educar y enseñar el
arte de cultivar y tratar con la medicina herbolaria como Especias medicinales
en el Delta del Orinoco: aspectos promisorios para la medicina tradicional cubana
(16) del 2011, Utilidad de la fitoterapia en el insomnio de Odalis Betancourt
Álvarez del 2012, incursionaron en el uso medicinal de las plantas en
el orden científico como tradicional.
En el 2012
aparecen los Lineamientos de la Política Económica y Social del
Partido y la Revolución en los que se hace el llamado, en el lineamiento
158 del capítulo VI sobre Política Social dedicado a la Salud,
a "Prestar la máxima atención al desarrollo de la Medicina
Natural y Tradicional". En el lineamiento 222 del capítulo VIII
sobre Política Industrial y Energética se plantea: "Desarrollar
la industria de suplementos dietéticos y medicamentos naturales, a partir
de insumos nacionales, para el consumo y la exportación".(17)
La práctica
de la medicina natural en la población aun es débil, a pesar de
haberse creado servicios especializados entre 1995 y 2002, en todas las provincias
del país con un resultado, desde el punto de vista económico,
relevante, y con una producción de 342 millones de frascos de medicamentos
naturales, que permitió ahorrar 17 millones de dólares por la
sustitución de materias primas importadas;(7) la continua
publicación y reedición de libros sobre esta materia, . Además
de tener como particular la réplica de la medicina tradicional certificada
por otros sistemas y el no aprovechamiento de "[
] las aportaciones
de las técnicas terapéuticas tradicionales que responden a la
inteligencia y la sabiduría popular cubana".(18)
En este
sentido se comprendió que el desarrollo de una epistemología popular
puede ser útil para una mejor comprensión de los condicionantes
de la cultura científica y en general para las políticas de promoción
y gestión del conocimiento y la gobernanza de la ciencia. Su
integración al sistema nacional de salud, no es utilizada en toda su
capacidad, posibilidades, ni de igual manera en todos los territorios del país,
"[...] recopilar información sobre los elementos de la medicina
popular o ideas sobre la curación presentes en las diferentes comunidades
a lo largo del país, no se aprovecha", lo que retrasa su desarrollo
según plantea Vega López en su tesis de diploma,(18)
principalmente por los conflictos que puede tener un médico en relación
con el conocimiento que posee de medicina tradicional herbolaria y el uso que
en la práctica le da a esta.
Conclusiones
La perspectiva
antropológica en los estudios que se han localizado sobre la medicina
herbolaria como parte de su incorporación a la práctica médica,
resultan relevantes para progresar su integración al sistema nacional
de salud.
Se describe
también los diferentes modelos que se han utilizado en diversos países
de América Latina y Cuba con respecto al uso de este tipo de medicina
y su integración al modelo médico convencional. Se
ofrece la conceptualización destacando el papel que esta ha jugado en
su evolución histórica hasta la contemporaneidad como una alternativa
de solución a los problemas de enfermedad, insistiendo en su utilidad
por la población como recurso de curación, revelándose
el modelo integrado que se mantienen en Cuba por la incidencia del gusto de
la población a este tipo de medicina y la política del estado
en relación a salud.
La falta de coherencia entre los estudios etnobotánicos, etnográficos, etnomédicos y farmacológicos, debido a la fuerte sectorización de los campos disciplinares entre las diferentes instituciones cubanas compulsa a hacer presente la necesidad de su estudio a mayor profundidad.
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Conflicto
de intereses
Los autores declaran que no poseen conflicto de intereses respecto a este texto.
Lima López.
Licenciada en Historia. Máster en Historia y Antropología. Profesora
Auxiliar.
Guzmán Guzmán.
Licenciada en Enfermería. Máster en Medicina Bioenergética
y Natural. Especialista de Primer Grado en Farmacología.
López Linares.
Doctora en Medicina. Residente de Medicina General Integral.
Satchwell Robinson. Licenciada
en Inglés. Profesora Asistente.