La pesquisa activa prevista con una perspectiva desde el trabajo educativo proporciona la creación de un espacio de aprendizaje colectivo, de reflexión, expresión emocional, crecimiento personal, grupal e intercambio, la socialización e interacción con la comunidad. Un elemento importante en el estudio lo constituye la organización de la actividad, la cual se desarrolla de manera similar en todos los escenarios docentes-educativos, esto se debe a la experiencia adquirida en otras situaciones epidemiológicas, resultados que coinciden con los presentados por Molina et al.⁷

Es importante resaltar que aun cuando los profesionales de la salud que dirigen la actividad tienen sobrada experiencia en relación a la pesquisa a partir de otras enfermedades, con la actual situación epidemiológica se tuvo que modificar acciones por sus particularidades,⁸ por lo que se hizo imprescindible la realización de capacitaciones, talleres y otras actividades para la comprensión de la importancia sanitaria, política e ideológica que tendría el desarrollo eficaz de la pesquisa activa en las comunidades por los estudiantes y trabajadores.

La dimensión curricular asume la labor educativa a través de la transmisión y

desarrollo del conocimiento y la creación de habilidades profesionales⁹⁾ resaltándose en la presente investigación a decir de los profesores entrevistados por la adquisición y consolidación de conocimientos básicos sobre la anamnesis, relación médico-paciente-familia-comunidad, la familia y el modo de vida familiar que representan eje principal del proceso salud-enfermedad, objeto de estudio en los primeros años de todas las carreras relacionadas con la salud; favoreció los procesos volitivos y desarrolló una actitud organizativa propia de la actividad, que permitió la práctica individual y grupal con un desempeño interactivo, dinámico y comunicacional, facilitando así lo afectivo emocional en el cometido de su labor coincidiendo con Proenza-Fernández et al¹⁰⁾ quienes describen que durante la pesquisa activa se consolidan conocimientos y se adquieren nuevos, relacionado con el componente académico del estudiante.

La dimensión sociopolítica tiene como objetivo el fortalecimiento de la concepción política ideológica de la formación de los profesionales en correspondencia con el sistema socialista contribuyendo a incorporar y reforzar valores para su vida personal y social,⁹⁾ es importante resaltar en el presente trabajo la ejecución de acciones que favorecen el desarrollo adecuado de esta dimensión; la realización matutinos y otras actividades benefició el incremento del nivel de conocimientos de los estudiantes en concordancia con lo descrito por Díaz-Canel¹¹ el cual le otorga valor primordial al conocimiento, refirió que se necesita de una actualización constante y de bases confiables, lo cual adquiere mayor importancia en el contexto actual, en el que se precisan herramientas cognoscitivas para enfrentar a la COVID-19.

La dimensión extensionista, tiene como soporte fundamental la promoción cultural en su concepción más genérica, comprende la participación en el trabajo comunitario, haciendo énfasis en la labor de educación y promoción de salud. Introduce al estudiante como factor de cambio en la comunidad.⁹⁾ El trabajo de extensión potencia el desarrollo del sentido de responsabilidad social, de valoración científico-tecnológica, económica, política y cultural que refuerza su formación educativa humanista y su encargo social. En este caso, para dar salida a la actual dimensión extensionista, el estudiante tuvo que intercambiar directamente con la comunidad, realizar actividades de promoción y educación para la salud, a través de técnicas participativas como dinámicas grupales, grupos de discusión donde el educando intercambia diferentes modos de actuación profesional, se apropia de métodos de trabajo, usa las tecnologías con fines educativos, aprende a trabajar en equipo, además consolida principios bióticos del trabajo con las personas.

Estos resultados coinciden con los presentados por Pernas, Rojas et al.^3,8) quienes reconocen el papel del profesor en lograr la participación activa de cada estudiante en las comunidades y en las actividades extracurriculares resaltando iniciativas motivadoras para aprovechar al máximo las capacidades en función de los intereses y necesidades de cada uno.

Para los estudiantes resultó complejo cumplir con el distanciamiento social entre ellos, determinado quizás por la propia idiosincrasia del cubano, caracterizada por la necesidad de cercanía física, concordando con lo presentado por investigadores en estudios similares.^7,10

Durante la pesquisa los estudiantes adecuaron las necesidades en función de cumplir las estrategias de intervención en la comunidad, asumieron los errores como retos, con actitudes favorables para la trasmisión de conocimientos y transformación de la realidad, siendo otro resultado a favor del trabajo educativo desde su dimensión extensionista.

Los resultados expuestos anteriormente se trascriben en la preparación de un profesional laborioso, responsable que actúa acorde con los valores éticos, con un porte y aspecto adecuado para presentarse ente la que algún día será la comunidad donde trabaje, desarrolla acciones que garantizan un desempeño competente, crea habilidades educativas fundamentadas en los enfoques socioculturales y clínico epidemiológicos para asumir los retos actuales con una alta productividad. O sea, un profesional apto para satisfacer las necesidades de salud de la población cubana y a la vez, insertarse en el escenario internacional. Determinado a opinión de los autores por la relación estable, de respeto mutuo y confianza cuyos resultados fueron sin dudas de los modelos formativos que los acompañaron, resultados similares a los que se presentan por Lafaurie.⁹

Es necesario tener en cuenta que los valores se interrelacionan formando un sistema, por eso es necesario verlos en su integridad y analizar todas las potencialidades del proceso educativo para lograr su formación,^12,13) no sólo se pueden analizar en relación con el contenido sino en su relación con todos los componentes del proceso de enseñanza - aprendizaje, al propiciar diferentes relaciones de actividad y comunicación que favorecen el trabajo educativo.^14,15

La cercanía de estos estudiantes con la labor de pesquisa activa en las comunidades, fomenta su autonomía, o lo que es igual, una mayor responsabilidad con los procesos formativos que garantizan la optimización del futuro ejercicio profesional.

El trabajo educativo para la formación de estudiantes de Ciencias Médicas desde la pesquisa activa en las comunidades se caracteriza por ser un espacio interactivo, que permite practicar roles fundamentales durante el enfrentamiento a la COVID-19 mediante la visita diaria vivienda por vivienda, con el asesoramiento de sus profesores donde consolidan conocimientos, valores para su vida personal y social y desarrolla un verdadero ejercicio extensionista que los convierte en valiosos protagonistas con un sentido de responsabilidad social durante el enfrentamiento y control a la COVID-19. Favorece la generación de conocimientos, habilidades y valores en los estudiantes que participaron, funciona como proceso simultáneo para la formación de valores y potenciar el desarrollo de una personalidad conforme con nuestra sociedad, en la medida en que se generan habilidades teóricas y prácticas para el ejercicio futuro de la profesión, afrontando el reto que impuso la heterogeneidad de edades, formaciones, niveles de enseñanza y escenarios educativos. La disciplina, la responsabilidad y la sensibilidad caracteriza a los estudiantes que trabajaron en las comunidades.