Vulnerabilidad al estrés en pacientes adultos hipertensos
Vulnerability to the stress in hypertensive adult patients
Yaima Pérez
Pérez 1* https://orcid.org/0000-0002-5790-2764
Carmen Teresa Barroso
Pérez 1 https://orcid.org/0000-0003-0891-4045
Armando José
Amaro Blanco 2 https://orcid.org/0000-0002-6719-9064
Leydi Quintero
Vigoa 3 https://orcid.org/0000-0002-1278-5429
Yadira Gamboa Díaz 4 https://orcid.org/0000-0003-1162-7012
1 Policlínico
Santa Cruz. Artemisa.
2 Policlínico
Camilo Cienfuegos. Artemisa.
3 Hospital General
Docente Comandante Pinares. Artemisa.
4 Filial Universitaria Municipal "Manuel Piti Fajardo". Artemisa.
*Autor para la correspondencia: yaima09@infomed.sld.cu
RESUMEN
Introducción:
En la hipertensión, el estrés constituye un factor sicosocial
de riesgo.
Objetivo: establecer la relación entre vulnerabilidad al estrés
con variables sociodemográficas y clínicas en pacientes hipertensos
adultos del Policlínico Santa Cruz.
Métodos: Estudio descriptivo, transversal. El universo lo conformaron
65 hipertensos, diagnosticados de enero a junio del 2019. La muestra intencional
fue de 58 hipertensos. Para la recogida de información se emplearon:
la Historia Clínica Individual y familiar y el Test de Vulnerabilidad
al Estrés.
Resultados: Predominio del 70,7 % de hipertensos en la tercera subetapa
de la adultez, supremacía femenina (69,0 %); la mayoría con secundaria
básica terminada (36,2 %); casados (44,8 %) y trabajadores estatales
(51,7 %); predominaron los fumadores (81 %); prevaleció la hipertensión
arterial grado II (69 %) y dieron cumplimiento al tratamiento el 53,4 %. La
mayoría presentó vulnerabilidad al estrés (65,5%); mejor
representado en la tercera subetapa de la adultez (81,6 %), mujeres (63,2 %),
con secundaria básica terminada (39,5 %), casados (42,1 %), trabajador
estatal (55,3 %), fumadores (76,3 %), con hipertensión arterial grado
II el 76,3 %; cumplieron el tratamiento siempre el 55,3 %; presentaron nivel
vulnerable al estrés el 68,4 % de los hipertensos. Existió asociación
entre el nivel seriamente vulnerable al estrés y la escolaridad primaria
(p= 0,007). La mayoría de los hipertensos presentaron vulnerabilidad
al estrés. El nivel vulnerable al estrés predominó; mejor
representado en la tercera subetapa de la adultez, en las mujeres, los fumadores,
los hipertensos grado II y los que siempre cumplían con el tratamiento.
Existió asociación entre el nivel seriamente vulnerable al estrés
y la escolaridad primaria.
Palabras clave: hipertensión arterial; vulnerabilidad al estrés; variables sociodemográficas y clínicas.
ABSTRACT
Introduction:
In the hypertension, the stress constitutes a psychosocial risk factor. Objective: To establish the relation between vulnerability to the stress with socio-demographics
and clinical variables in adult hypertensive patients of the General hospital
Santa Cruz.
Methods: Descriptive, transverse study. The universe was constituted
of 65 hypertensive patients, diagnosed from January until June, 2019. The intentional
sample was 58 hypertensive patients. For the information collection, it was
used: the Individual and familiar Case history and the Test of Vulnerability
to the Stress.
Results: Predominance 70.7 % of hypertensive patients in the third sub-stage
of the adulthood, feminine supremacy (69.0 %); the majority with secondary school
finished (36.2 %); married (44.8 %) and state workpeople (51.7 %); there prevailed
the smokers (81 %); the arterial hypertension grade II prevailed (69 %) and
they fulfilled the treatment 53.4 %. The majority presented vulnerability to
the stress (65.5 %); better represented in the third sub-stage of the adulthood
(81.6 %), women (63.2 %), with secondary school finished (39.5 %), married (42.1
%), state worker (55.3 %), smokers (76.3 %), with arterial hypertension grade
II 76.3 %; they always fulfilled the treatment 55.3 %; they presented vulnerable
level to the stress 68.4 % of the hypertensive patients. Association existed
between the level seriously vulnerably to the stress and the primary schooling
(p = 0.007).
Discussion: Most of the hypertensive patients presented vulnerability to the
stress. The vulnerable level to the stress prevailed; better represented in
the third sub-stage of the adulthood, in the women, the smokers, hypertensive
grade II and those who were always fulfilled with the treatment. Association
existed between the level seriously vulnerably to the stress and the primary
schooling.
Keywords: arterial hypertension; vulnerability to the stress; socio-demographics and clinical variables.
Recibido: 22/10/2019
Aprobado: 28/1/2020
INTRODUCCIÓN
La hipertensión
arterial (HTA) es la más común de las afecciones de la salud en
los individuos adultos en las poblaciones en todo el mundo; representa, por
sí misma, una enfermedad y también un importante factor de riesgo
para otras enfermedades crónicas no trasmisibles. (1,2)
El comité
de expertos de la Organización Mundial de la Salud, estima que entre
el 8 y 15 % de la población mundial adulta sufre de esta enfermedad.
En la población adulta cubana, esta entidad ocupa el tercer lugar en
la tasa de morbilidad; se considera que alrededor de 2 millones de cubanos padecen
la enfermedad. (3)
Actualmente se
reconoce en la literatura mundial el estrés como factor predisponente,
desencadenante y coadyuvante de múltiples enfermedades, en especial las
crónicas no transmisibles.(4)
En la hipertensión,
el estrés constituye un factor sicosocial de riesgo, de similar importancia
a la que tiene los antecedentes familiares de HTA, consumo de sal, alcohol,
tabaquismo, sedentarismo y obesidad. (5)
Diversos profesionales
han tratado de establecer una relación directa entre el estrés
y la HTA, ejemplo de ello son estudios realizados en el estado de Bolívar,
Venezuela, y en el municipio de Viana, Luanda, Angola; ambos confirmaron que
algunos factores de riesgo sicosociales entre ellos el estrés, aumentan
el riesgo de padecer hipertensión arterial.(6,7)
Es válido
destacar que una vez que el paciente reconoce la enfermedad tiene muchas de
las características que hacen de ella un acontecimiento estresante, además
varios autores reconocen que los enfermos son una población particularmente
vulnerable ante estresores que en otras poblaciones producen pocos efectos negativos.
(8)
La vulnerabilidad
es definida por diversos autores como la relación existente entre valoración
y significado de las consecuencias que un evento tiene para el individuo, y
la valoración de los recursos que tiene para afrontarlo. También
se reconoce que existe una gran variabilidad en la vulnerabilidad de los sujetos
ante el estrés. (4)
De acuerdo con
esta línea de pensamiento, Zaldívar prefiere vincular la vulnerabilidad
de los sujetos a la confluencia de un conjunto de factores que potencian el
desarrollo de un perfil de seguridad, o, por el contrario, el desarrollo de
un perfil de riesgo.(9)El perfil de seguridad estaría conformado
por aquellas características de la personalidad del sujeto, experiencias
y vivencias, elementos facilitadores del ambiente, relativo nivel de adecuación
de los estilos de evaluación cognitiva y de afrontamiento. En ese perfil
de seguridad se incluyen: la autoestima, el control, la fortaleza personal,
el bienestar sicológico, el estilo de vida saludable y el apoyo social,
así como las llamadas habilidades existenciales, habilidades para la
comunicación interpersonal, habilidades para la toma de decisión
y la solución de problemas.(4)
A su vez otros
autores también señalan la necesidad de tener en cuenta el perfil
de riesgo, que tiene entre sus principales componentes: experiencias estresantes
de la vida y molestias de la vida cotidiana, que cobran mayor importancia al
confluir con un pobre apoyo social o con una débil fortaleza personal;
inadecuado estilo de vida;estilo de afrontamiento no constructivo, evitativo
y centrado en detalles irrelevantes; presencia frecuente de emociones negativas;
presencia de un patrón determinado de comportamiento; reactividad fisiológica;
autoestima baja, pobre control del medio.(4)
Son disímiles
los instrumentos que intentan valorar lo vulnerable que puede ser una persona
al estrés, algunos de estos para obtener un indicador en este sentido
toman en consideración el estilo de comportamiento de la persona. El
Test de Vulnerabilidad al Estrés, de Miller y Smith, (en ocasiones conocido
con el nombre: Es Ud. Vulnerable al Estrés) intenta valorar el estrés
tomando como punto de partida los estilos de conductas que conducen a comportamientos
saludables o favorecen la aparición de enfermedad como consecuencia de
lo vulnerable que se hace el individuo al efecto estresor de cualquier agente
cuando presenta estilos de comportamiento proclives a enfermar. (10)
Algunas investigaciones
en el contexto cubano abordan la vulnerabilidad al estrés en pacientes
hipertensos adultos y reconocen la necesidad de focalizar acciones de salud
en esta dirección. En este sentido Molerio Pérez, Arce González,
Otero Ramos, Nieves Achón, demostraron la existencia de niveles de vulnerabilidad
al estrés y extrema vulnerabilidad en el 84 % de los pacientes hipertensos
estudiados, distinguiéndose significativamente este resultado de los
sujetos normotensos.(11)Otros autores caracterizaron la vulnerabilidad al estrés
y los procesos de afrontamiento en pacientes con HTA descompensada identificando
en la mayoría vulnerabilidad al estrés. (12)
Los elementos teóricos anteriormente expuestos, convocó a los autores a plantear como objetivo establecer la relación entre vulnerabilidad al estrés con variables sociodemográficas y clínicas en pacientes hipertensos adultos en el Policlínico Santa Cruz.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo,
transversal; con metodología predominantemente cuantitativa, realizado
de enero a junio del 2019 en el Policlínico Santa Cruz, Municipio San
Cristóbal, provincia Artemisa.
El universo de
estudio estuvo constituido por 65 hipertensos, adultos que se atendieron en
la consulta de Medicina Interna, de la Posta Médica Reforzada de la comunidad
Ramón López Peña, diagnosticados en el período de
investigación. Muestra intencional de 58 pacientes. Criterios de inclusión:
tener entre 30 y 60 años de edad, lo que se corresponde con la segunda
y tercera subetapa de la adultez 13; presentar criterios de salud mental; brindar
el consentimiento informado para participar. Criterios de exclusión:
tener diagnóstico de otras enfermedades crónicas, estar identificado
como caso social y vivir solo.
Para la recogida
de información se emplearon la Historia Clínica Individual y familiar,
así como el Test de Vulnerabilidad al Estrés, este último,
con el objetivo de valorar el nivel de vulnerabilidad al estrés, e identificar
aspectos vinculados con el estilo de vida del individuo y los concernientes
al apoyo social que pueden estar incidiendo en su vulnerabilidad. Consta de
20 ítems, donde el sujeto evalúa, atendiendo a una escala entre
1 y 5 puntos, la frecuencia en la que realiza la afirmación o el grado
en que se corresponda con su situación. Para hallar los datos cuantitativos
se suma la totalidad de las cifras de cada pregunta y al resultado se le resta
20.
Las escalas establecidas
para los niveles de vulnerabilidad son: vulnerabilidad al estrés, puntuación
igual o mayor de 30 puntos; seriamente vulnerable al estrés, entre 50
y 75 puntos; extremadamente vulnerable al estrés, puntuación por
encima de 75 puntos. Además del indicador general de vulnerabilidad que
se obtiene por los aspectos cuantitativos, se puede realizar un análisis
cualitativo y explorar los aspectos del estilo de vida ( déficit de sueño,
sedentarismo, fumar, beber o tomar café excesivamente, etc.), organización
personal en cuanto a la distribución del tiempo, dificultad en redes
de apoyo social (no tener amigos o familiar en quienes confiar, ausencia de
personas a quien confiarles los problemas), y otros aspectos tales como: dificultad
para expresar las emociones, dar y recibir afecto, etc. que nos pueden aportar
elementos importantes para detectar las fuentes de vulnerabilidad. (10)
Los datos fueron procesados por medio del paquete estadístico SPSS, versión 21. Se utilizó estadística descriptiva en frecuencias absolutas y relativas. Se utilizó el test estadístico Chi Cuadrado, con un nivel de significación de p<0,005.
RESULTADOS
Se constató
un predominio de (70,7 %) de pacientes hipertensos en la tercera subetapa o
involución (46 a 60 años), en la segunda subetapa o adultez propiamente
dicha (30 a 45 años) es menos (29,3 %). Hubo supremacía del sexo
femenino (69 %). En cuanto al nivel escolar, la mayoría con secundaria
terminada (36,2 %); le sigue el técnico medio (27,6 %), el nivel preuniversitario
(17,2 %) y el nivel primario terminado (12,1 %); estuvo menos representado el
nivel universitario (6,9 %).El estado civil más frecuente fue el de casado
(44,8 %); menos sujetos tenían la siguiente situación: unión
estable (29,3 %), solteros (10,3 %), divorciados (8,6 %) y viudos (6,9 %). Existió
mayor representación para los trabajadores estatales (51,7 %), seguido
de las amas de casa (34,5 %) y en último lugar, trabajador por cuenta
propia (13,8 %). Destacable fue el predominio de pacientes con hábito
de fumar (81 %).
Con respecto a
la clasificación de la enfermedad, la que prevaleció fue la hipertensión
arterial grado II (69 %), seguido de la grado I (20,7 %) y de la grado III (10,3
%). La mayor parte de los pacientes hipertensos siempre cumplen con el tratamiento
farmacológico (53,4 %), seguidos de los que a veces cumplen con el tratamiento
(25,9 %), y en menor medida los que nunca cumplen con el tratamiento (20,7 %).
La mayoría
de los pacientes estudiados presentaron vulnerabilidad al estrés (65,5
%). Al analizar los niveles de vulnerabilidad al estrés, en los pacientes
hipertensos vulnerables, predominó el nivel vulnerabilidad al estrés
(68,4 %); seriamente vulnerable el 23,7 % y extremadamente vulnerable el 7,9
%.
Prevalecieron los pacientes hipertensos vulnerables en la tercera subetapa de la adultez (81,6 %). Con respecto a los niveles de vulnerabilidad según las subetapas de la adultez, más pacientes hipertensos (80,8 %) se ubicaron como "vulnerable al estrés" en esta subetapa, seguido de seriamente vulnerable (77,8 %); el nivel extremadamente vulnerable solo se presentó en la tercera subetapa.
No se mostró
asociación entre vulnerabilidad al estrés y las subetapas de la
adultez. Esta investigación develó que un mayor número
de mujeres son vulnerables al estrés (63,2 %). Al comparar los niveles
de vulnerabilidad en ambos sexos, la mayoría de las mujeres resultó
vulnerable al estrés (61,5 %) y seriamente vulnerable (55,6 %); el nivel
extremadamente vulnerable solo se presentó en mujeres (100 %).No se identificó
asociación entre vulnerabilidad al estrés y el sexo.
En el estudio se
evidenció más hipertensos vulnerables al estrés con escolaridad
secundaria terminada (39,5 %), seguidos del nivel técnico medio concluido
(31,6 %). Teniendo en cuenta los niveles de vulnerabilidad al estrés,
más pacientes con escolaridad primaria terminada, fueron diagnosticados
como seriamente vulnerable (55,6 %). Existió asociación entre
el nivel seriamente vulnerable al estrés y la escolaridad primaria (p=
0,007).Siguen en este orden, pacientes con escolaridad secundaria y técnico
medio 46,2 % y 38,5 %, respectivamente, en el nivel vulnerable al estrés.
Hubo un 33,3 % de pacientes con escolaridad primaria, técnico medio y
preuniversitario en el nivel extremadamente vulnerable; en el resto de las escolaridades
no se presentaron pacientes con esta condición.
Los resultados
mostraron que un mayor porciento de sujetos vulnerables al estrés tenía
estado civil casado (42,1%). Al analizar los niveles de vulnerabilidad al estrés
hubo más hipertensos casados, "seriamente vulnerable al estrés"
(44,4 %). Con el estatus que sigue se presentaron los pacientes en el nivel
vulnerable al estrés: casados (46,2 %), unión estable (30,8 %)
y divorciados (15,4 %). El nivel extremadamente vulnerable se observó
en los sujetos con unión estable (66,7 %) y en la condición de
viudo (33,3 %). No se encontró asociación entre ambas variables.
Ser trabajador
estatal fue la condición que más tributó a la vulnerabilidad
al estrés (55,3 %). Destacó en los niveles de vulnerabilidad al
estrés, que más trabajadores estatales clasificaban como vulnerable
al estrés (57,7 %); seguidos de: amas de casa (26,9 %) y trabajador por
cuenta propia (15,4 %). A su vez en el nivel seriamente vulnerable hubo una
distribución como sigue: trabajador estatal (44,4%), trabajador por cuenta
propia (33,3%), ama de casa (22,2 %); en el nivel extremadamente vulnerable
la jerarquía fue la siguiente: trabajador estatal (66,7 %), ama de casa
(33,3 %).No se observó asociación entre vulnerabilidad al estrés
y ocupación.
Los resultados
legitiman que existían más fumadores vulnerables al estrés
(76,3 %).Comparando los niveles de vulnerabilidad en ambos grupos, la mayoría
de los fumadores resultó vulnerable al estrés (73,1 %) y seriamente
vulnerable (77,8 %); el nivel extremadamente vulnerable solo se presentó
en los fumadores.No se evidenció asociación entre vulnerabilidad
al estrés y hábito de fumar.
Se aprecia en la investigación un predominio de pacientes hipertensos en el grado II con vulnerabilidad al estrés (76,3 %). A continuación se relaciona el nivel de vulnerabilidad y la clasificación de la hipertensión arterial escogida. En el nivel vulnerabilidad al estrés predominaron (84,6%) los pacientes hipertensos grado II, teniendo similar (66,7%) comportamiento en el nivel seriamente vulnerable.
Hubo más
(66,7%) pacientes en el grado III, extremadamente vulnerable al estrés.
No se encontró asociación entre vulnerabilidad al estrés
y la clasificación de la hipertensión arterial.
En relación con el cumplimiento del tratamiento, los pacientes hipertensos
que lo realizaban siempre y a veces, hubo más con vulnerabilidad al estrés
(55,3 % y 31,6 %, respectivamente). En cuanto a la relación de los niveles
de vulnerabilidad al estrés y el cumplimiento del tratamiento, se constató
que el (53,8 %) de los pacientes que siempre cumplían con el tratamiento
se ubicaron como "vulnerable al estrés", seguido de los que
a veces cumplían con el tratamiento (30,8 %) y los que nunca cumplían
con el mismo (15,4 %); el nivel extremadamente vulnerable se presentó
en los que siempre (66,7 %) y a veces (33,3 %) cumplían con el tratamiento.
No se mostró asociación entre vulnerabilidad al estrés
y cumplimiento del tratamiento.
El comportamiento
de los niveles de vulnerabilidad al estrés, el nivel vulnerable al estrés
predominó en la tercera subetapa de la adultez, enlas mujeres, los fumadores,
en la hipertensión arterial grado II y los que siempre cumplían
con el tratamiento. Estaban en el nivel seriamente vulnerablela mayoría
de los hipertensos, con escolaridad primaria, los trabajadores estatales y los
casados.
Con respecto a los indicadores cualitativos, evaluados a través del Test de Vulnerabilidad al estrés, los sujetos vulnerables estaban afectados por un estilo de vida inadecuado (84,2 %), organización personal en cuanto a la distribución del tiempo (63,2 %), dificultad en redes de apoyo social (36,8 %); además se expresó en la dificultad para expresar emociones, en el dar y recibir afecto (34,2 %).
DISCUSIÓN
En la medida que
pasa el tiempo la población es más envejecida y aumentan la cantidad
de pacientes hipertensos.(14)El predominio de pacientes hipertensos en la tercera
subetapa o de involución, era esperable, teniendo en cuenta que al arribar
a la cuarta etapa de la vida se hacen más rápidos los índices
de envejecimiento, desde el nivel celular hasta el funcionamiento de sistemas
y órganos. En este sentido un tamizaje poblacional, por grupo etario
mostró que a medida que se envejece se aumenta la prevalencia de hipertensión.
(13)
Al final de la
segunda subetapa de la adultez, las condiciones internas del individuo se han
modificado por la aparición de la menopausia y la andropausia a nivel
biológico; a la reducción de estrógenos en la mujer y de
andrógenos en el hombre, se le atribuye la disminución de la protección
hacia las enfermedades cardiovasculares.(13)
Se conoce que en
la mujer mayor de 45 años la HTA eleva su frecuencia, lo que está
relacionado con los cambios hormonales.Los estrógenos aumentan la actividad
de los receptores de lipoproteínas de baja densidad, lo cual puede declinar
con el envejecimiento y, por ende, incrementar las lipoproteínas de alta
densidad, que protegen contra las afecciones cardiovasculares; en la menopausia,
al disminuir estas hormonas y aumentar las lipoproteínas de baja densidad,
se acrecienta el riesgo de sufrir esas enfermedades. Su frecuencia se eleva
con la edad y después de los 50 años, casi el 50 % de la población
la padece.(15)
La cultura patriarcal
ha promovido como atributos que conforman, identifican y distinguen lo femenino
la debilidad, la fragilidad y la necesidad de protección y cuidado, lo
que repercute en que a la mujer le sea más cómodo que al hombre
expresar malestares, y por tanto le sea más fácil acudir a las
consultas especializadas. (16) Este planteamiento también pudiera estar
relacionado con la supremacía de mujeres hipertensas en el estudio.
Según la
Organización Panamericana de la Salud, el hábito de fumar explica
entre 10 - 15 % de las variaciones de la tensión arterial en la población
en general. Las enfermedades relacionadas con el tabaco causan más de
un millón de muertes anuales, por lo que debe destacarse que cada cigarrillo
acorta la vida entre 5 y 6 minutos. La nicotina libera sustancias como la cortisona,
que eleva la presión arterial, aumenta la frecuencia cardíaca,
contrae todas las arterias del organismo, bloquea el consumo de oxígeno
por el músculo cardíaco y aumenta el nivel de grasa en la sangre,
que luego se acumula en las paredes de las arterias, las estrecha y endurece,
de modo que se incrementa así la frecuencia de afecciones cardiovasculares
y otras. (15)
El abandono del
consumo de tabaco es una recomendación obligada para los hipertensos,
cuya aplicación, al igual que las demás medidas no farmacológicas,
debe ser paulatina y con ayuda de los medios de soporte necesarios.
Las investigaciones
sobre adherencia terapéutica e HTA ofrecen resultados pocos alentadores.
Estudios confirman que la cifra de pacientes no cumplidores alcanza cerca del
40 % para el tratamiento médico farmacológico y entre el 60 y
90 % para el tratamiento médico no farmacológico que abarca las
medidas higiénicas, dietéticas y la práctica de ejercicios
físicos entre otros. (17,18)
Se señala
en la literatura, que en las enfermedades crónicas los tratamientos suelen
hacerse muy complicados porque están referidos no solo a la medicación,
sino además al desarrollo de conductas y estilos de vida que tienen un
carácter preventivo, que muchas en su mayoría suponen un mayor
grado de complejidad para el paciente;(18) aunque en la investigación
la mitad de los pacientes estudiados cumplen con el tratamiento,este comportamiento
puede deberse a que fueron evaluados en el proceso de adaptación a la
enfermedad.
Coincidiendo con
los resultados de Columbié, et al., se identificó en la mayoría
de los hipertensos estudiados vulnerabilidad al estrés.(12)Estos hallazgos
fortalecen la idea de la relación de la hipertensión arterial
con la vulnerabilidad al estrés. Es válido suponer que la enfermedad
se constituye en una situación estresante dadas las múltiples
pérdidas, amenazas y retos que plantea a quien la padece.
El padecimiento
de una enfermedad crónica implica de por sí una carga estresante
y adicional en el desenvolvimiento de la vida de las personas, genera dificultades
en la autoestima y provoca miedos ante una posible amenaza vital y la muerte,
sin embargo, el hecho de llevar a cabo adecuadamente el tratamiento, propicia
la recuperación o el control de la enfermedad, y cuando no se cumple,
mantiene la presencia de síntomas y con ellos el estrés continuo
ante una situación de enfermedad mantenida en el tiempo.(19)
La casi totalidad
de los hipertensos vulnerables de este estudio evidenció un estilo de
vida inadecuado; concordando con los resultados develados por Suárez
Torres, Rodríguez Lafuente, Pérez Díaz, Casal Sosa y Fernández.
(20) Estos elementos están develando que puede ponerse en riesgo la adherencia
al tratamiento en la evolución de la enfermedad, debido a la presencia
de estilos de vida inadecuados.
Los resultados
ofrecen mayor vulnerabilidad en los sujetos con menor nivel escolar, lo que
puede deberse a que los hipertensos en esta condición poseen menos recursos
para enfrentar y adaptarse a situaciones nuevas, a los cambios propios del ciclo
vital, y estos fracasos pueden llevar a desajustes emocionales, haciéndolos
más vulnerables al estrés, lo que confirma hallazgos en estudios
realizados en el contexto de una población de adultos mayores.(20)
Debe valorarse
que ser hipertenso, estar en la tercera subetapa de la adultez, ser mujer, fumadora,
con hipertensión arterial grado II, que cumple con el tratamiento, propende
al nivel vulnerable al estrés y cuando se es trabajador estatal, casado,
con escolaridad primaria, a estar en el nivel seriamente vulnerable.
La familia constituye
para el adulto un ámbito necesario e imprescindible para su desarrollo
y el trabajo es el organizador de la vida personal en esta etapa. Estresores
comunes son considerados hoy como factores que erosionan el bienestar para la
mayoría de las familias: incertidumbre económica, celeridad de
las rutinas cotidianas, dificultades para conciliar familia-trabajo, tendencia
a la individuación de la vida, competencias de los padres para la formación
de los hijos, entre otros.(21)
Lo expuesto confirma
la idea de que vivir con una enfermedad crónica exige control en muchas
áreas. El médico y el paciente deben compartir metas y criterios
razonables y comunes para el programa de tratamiento, que reduzca la vulnerabilidad
al estrés.
Se constató un predominio de pacientes hipertensos adultos, del sexo femenino; mayoría con escolaridad secundaria terminada, estado civil casado, trabajadores estatales; predominaron los fumadores; prevaleció la hipertensión arterial grado II y el cumplimiento del tratamiento. La mayoría de los pacientes estudiados presentaron vulnerabilidad al estrés; mejor representado en mujeres, secundaria terminada, casados, trabajador estatal, fumadores, hipertensión arterial grado II, con cumplimiento del tratamiento siempre. Predominó el nivel vulnerable al estrés; la mayoría, en la tercera subetapa de la adultez, las mujeres, los fumadores, los hipertensos, grado II y los que siempre cumplían con el tratamiento. En el nivel seriamente vulnerable la mayoría de los hipertensos, con escolaridad primaria, los trabajadores estatales y los casados. Existió asociación entre el nivel seriamente vulnerable al estrés y la escolaridad primaria. No se establecieron relaciones entre la vulnerabilidad al estrés y las restantes variables sociodemográficas y clínicas.
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Conflicto de intereses
Los autores declaran que no poseen conflicto de intereses respecto a este texto.
Contribución de los autores
Yaima Pérez
Pérez. Concepción y el diseño de la investigación,
adquisición de datos, análisis e interpretación de los
mismos, redacción del documento.
Carmen Teresa Barroso
Pérez. Concepción y el diseño de la investigación,
adquisición de datos, análisis e interpretación de los
mismos, redacción del documento.
Armando José
Amaro Blanco. Adquisición de datos, análisis e interpretación
de los mismos, redacción del documento.
Leydi Quintero
Vigoa. Adquisición de datos, análisis e interpretación
de los mismos, redacción del documento.
Yadira Gamboa Díaz.
Análisis e interpretación de datos, redacción del documento.
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